La que en su día fuera la vía comercial más importante del Casco Antiguo de la ciudad, vive actualmente una triste realidad que muestra que esta calle vive sus horas más bajas, al menos comercialmente hablando.
Negocios míticos, algunos de ellos centenarios, han ido bajando la persiana de sus locales, como si de un efecto dominó se tratara, sin que por el momento se vislumbre un relevo en su actividad.
Comercios históricos como fueron la tienda de plumas estilográficas Sagaseta, la peletería Euskal Piel, la tienda textil Confecciones Madrileñas, la floristería Flores Huici, u otros más recientes, como la zapatería Heme Shop, la tienda de ropa Zergatik, la tienda de dulces La Repostería, el comercio de bisutería Bijou Brigitte, la tienda de zapatillas La Milla, la panadería Garnier, o la pastelería Las Pipas, entre otros, llenaron de vida a la que se consideraba la cuna comercial de la ciudad. Sin embargo, todos estos comercios se encuentran hoy cerrados a cal y canto. Permaneciendo además, muchos de estos locales que los albergaban, sin actividad desde hace lustros.
Urge pues reflexionar sobre la situación del comercio en las calles del centro histórico de la ciudad, extensible también a todo el centro y a los barrios de Pamplona. Analizar su delicada situación, para elaborar sin complejos, planes y medidas que supongan un revulsivo que dé la vuelta a la agónica situación actual.
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